LA PALABRA “ROMANCE”
El vocablo “romance” significó, en un primer sentido, lengua
vulgar, por oposición al latín, cuyo uso era privilegio de los hombres
cultos, letrados. También designó, desde la Edad Media, a las nacientes literaturas redactadas
en esa lengua neolatina. Recién a partir de mediados del siglo XV el sentido de
la palabra se restringe para denominar, exclusivamente, a las breves
composiciones épico-líricas (es decir, composiciones en que alternan
elementos objetivos y subjetivos), que se cantan al son de un instrumento
musical.
DEFINICIÓN MÉTRICA
El romance es una serie indefinida de versos octosílabos con
rima asonante en los versos pares. El romance era, en su origen, una serie
indeterminada de versos de dieciséis sílabas, monorrimos y asonantados. Luego,
al publicarlos, se prefirió la forma octosilábica que resulta de la división
del verso primitivo en sus hemistiquios.
DEFINICIÓN POÉTICA
El romance es un breve poema épico-lírico destinado al canto. El
carácter épico está dado por lo narrativo: se cuentan sucesos. A la vez son
líricos, porque aparecen los sentimientos y emociones del autor frente a esos
hechos. Ambos elementos poéticos se fusionan en el romance, integrando una
unidad indestructible.
ORÍGENES
Existen tres posibles orígenes de los romances
1.Refundiciones de los antiguos
cantares de gesta - Los cantares de gesta eran
grandes composiciones líricas que narraban las hazañas de los héroes. Los
juglares realizan una labor que determina la continuidad del género cuando este
corre el riesgo de agotarse. Así, los viejos poemas son reelaborados mediante
adiciones, variantes, etc., que los renuevan parcialmente sin cambiar su núcleo
fundamental, tomando las partes del cantar más llamativas, los episodios más
atractivos, y agregándole lo que ellos percibían que al público más le gustaba.
A eso se le llamó refundición, que a su vez fueron cambiándose casi
naturalmente, al ser repetidas por el pueblo según lo que recordaban en el boca
a boca.
2.Noticia de algún hecho de la época - Otro origen son las noticias que el juglar, que era una persona
itinerante, iba recibiendo de pueblo en pueblo. Estos acontecimientos también
le servían al juglar para armar su romance. De esta manera, el juglar se
transformaba en el único medio para conocer los hechos que estaban sucediendo
en otras partes de España.
3.Cantos de diverso origen – Como última fuente genética del “Romancero” podemos englobar en
una misma categoría toda una serie de cantos de tema estrictamente novelesco,
como los relativos al ciclo carolingio (sector de la historia francesa relativa
al emperador Carlomagno) y al ciclo bretón (el rey Arturo y los caballeros de
la Tabla Redonda). También las baladas, canciones similares a los romances que
se difunden por toda Europa en la misma época.
Características de los Romances
Tradicionales
ORALES
Los romances no estaban escritos. Se transmitían oralmente de generación en
generación. La memoria era la única forma de conservar y transmitir estos
poemas. Se cantaban en los espacios de trabajos, en el espacio familiar y
doméstico y así se recordaban y se iban transmitiendo en el tiempo. Esto
explica las diferentes versiones que se han registrado de los romances y el carácter colectivo de su autoría.
Los juglares eran profesionales del arte que
ejecutaban toda clase de actos para el entretenimiento, acompañados de
instrumentos musicales de cuerda y percusión. El estilo recitativo y en
especial el canto acompañado de instrumentos musicales, exigía una expresión
versificada, en períodos cortos y con frecuentes repeticiones rítmicas. El
repertorio de los juglares eran temas referentes al amor y la religión pero
pronto fueron ampliándose, pasando a tratar temas vinculado a los caballeros o
a cuestiones de guerras religiosas o políticas.
AUTORÍA COLECTIVA:Los romances no tienen un único autor. Con el paso del tiempo se fueron
modificando, agregando o quitando versos dependiendo del gusto del público. Por
eso se habla de un autor colectivo. No se sabe quién lo escribió pero se sabe
que fueron muchas generaciones que construyeron oralmente los textos que
después se fijaron en la escritura.
POPULARES Los romances son populares porque se crean desde el pueblo y es disfrutado por
el pueblo. Cuando decimos “pueblo” nos referimos a las personas sencillas,
trabajadoras, campesinas. Debemos recordar que en la Edad Media existían tres
estamentos: el clero, la nobleza y el tercer estado. El tercer estado era
el estamento más numeroso y constituía el público mayoritario de los juglares
El carácter popular se relaciona con la lengua romance (español antiguo) en que
se transmitían estos poemas. El idioma latín era la lengua del Estado y
de la Iglesia Católica que era desconocida por la mayoría de las personas de
esa época.
CLASIFICACIÓN
De acuerdo a los temas, los romances se clasifican en:
1.Romances heroico-caballerescos - Son aquellos derivados directamente de los cantares de gesta y
las leyendas caballerescas. Exaltan a los héroes y sus aventuras.
2.Romances noticieros o históricos
contemporáneos – Son los que informan sobre
hechos de la época, generalmente relacionados con la guerra entre moros y
cristianos, ya sea desde el punto de vista de los españoles (romances
fronterizos) o de los árabes (romances moriscos). Estos últimos eran compuestos
por autores españoles que adoptaban el punto de vista de sus rivales.
3.Romances novelescos - Son los que ponen en evidencia un tema de ficción.
4.Romances líricos – Son los que se centran en la expresión de emociones, más que en
un relato.
PROCEDIMIENTOS LITERARIOS
Podemos hablar de una unidad de estilo en el “Romancero”, de
ciertas inconfundibles constantes que se reconocen a nivel del lenguaje:
Fragmentarismo: el fragmentarismo por el cual el romance se crea separándose de un
cuerpo poético más extenso, da lugar a dos características casi
permanentes: comienzo abrupto (se omite la presentación
de los personajes y de las circunstancias que motivan su presente modo de
actuar; a veces ni siquiera se menciona el nombre de los personajes) y final
trunco (los romances plantean determinadas situaciones que cuando
el autor cree ha llegado a su punto máximo, corta rápidamente).
Reiteraciones: generalmente, tienen como función la de procurar un aumento de la
fuerza emotiva del romance, a la vez que le dan musicalidad. Las repeticiones
pueden darse en la reiteración de una misma palabra, pero también pueden darse
las variantes de dicha palabra.
Descripción: en los romances aparece una inclinación a lo estático, a la
observación y al detalle; es común el tipo de descripción enumerativa, en la
que se van sumando elementos.
Diálogo: son muy raros los romances que se limitan a la simple narración. Lo
corriente es que la narración se vivifique mediante la utilización del diálogo.
Gusto por lo suntuario: hay una clara introducción en los romances de elementos finos y
lujosos: oro, finas telas, joyas labradas, etc., es decir, lo que el pueblo que
escucha el romance admira, pero no posee.
Uso del diminutivo: su uso es muy particular porque no busca, como comúnmente ocurre en el
lenguaje cotidiano, empequeñecer al objeto, sino asignarle un matiz nuevo: el
afectivo.
Actualización de sucesos: los hechos que son del pasado (para el narrador) se muestran como
presente (para el lector). Esto se logra a través de varios procedimientos:
utilización de verbos en presente histórico, cuando la acción ya es pasada, la
utilización del apóstrofe encabezado con los verbos ver u oír, y la utilización
del “ya” como elemento que da fuerza de presente a la acción.
Gusto por lo sobrenatural y
misterioso: En numerosos romances se crea una
atmósfera misteriosa o sobrenatural que juega con lo impreciso y sugestivo.
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