viernes, 24 de abril de 2020

Literatura española de la Edad Media y del Siglo XV


CONTEXTO HISTÓRICO LITERARIO - El “Romancero” es una de las producciones literarias españolas medievales. La Edad Media es un vastísimo período histórico que abarca desde el siglo V al XV. Estos diez siglos fueron, en sus comienzos, considerados como de profundo oscurantismo y retroceso. El nombre mismo con el que se los señala tiene valores despectivos, ya que es la Edad Media la edad de transición entre las maravillas de la Antigüedad Clásica y las del Renacimiento del siglo XVI. Esta evaluación del período es errónea y hoy podemos afirmar que la Edad Media es la matriz de la sociedad occidental actual.
El teocentrismo es uno de sus rasgos dominantes y el que contribuye a la unidad del período. Política, social y económicamente, el feudalismo es el sistema de organización medieval.
En España podemos señalar tres aspectos importantes: la influencia de los Visigodos, la invasión árabe en el siglo VIII y la Reconquista que finaliza en febrero del año 1492, con la expulsión de moros y judíos.
En el proceso de formación de la literatura española aparecen el Mester u Oficio de Juglaría y el Mester u Oficio de Clerecía. Este último es un oficio llevado adelante por los clérigos, hombres instruidos de época que se dedicaban a la creación literaria.



MESTER DE JUGLARÍA – Entre los siglos XI y XII los juglares son parte activa en la creación del perfil literario español. Juglares eran todos los que se ganaban la vida actuando ante un público para recrearlo con música, o literatura, o con charlatanería o con juegos de manos, acrobatismo, mímica, etc.; podemos caracterizar al juglar como un personaje social, protagonista de los espectáculos de la época.
La historia los señala también como personas de reputación dudosa por la vida ligera y libertina que solían llevar. Sin embargo, aquellos que daban muestras de talento artístico vinculado con el canto y la ejecución de instrumentos, eran muy respetados. Unos se dedicaban al canto épico y otros al lírico, aunque se presume que en muchos casos cultivaban ambos géneros. Su función era entretener a todo tipo de público y se tiene noticia de que alrededor del siglo XII su espectáculo se realizaba en las cortes.
Estos profesionales del espectáculo fueron los encargados de transmitir, organizar y preservar el conjunto de composiciones que terminan de fijar sus caracteres esenciales hacia el siglo XV que se ha dado en llamar “Romancero”, y que se define como el conjunto de los romances tradicionales (populares, anónimos, variables) que se generan a fines de la Edad Media (siglos XIV y XV) y a comienzos del siglo XVI. Los romances son anónimos, no porque se haya olvidado el nombre del autor, sino porque son una creación colectiva. Hubo un autor inicial para cada poema, pero luego cada juglar que lo cantó, cada persona que lo fue transmitiendo oralmente a otra, pudo modificarlo un poco. Se olvidaron fragmentos, se le agregaron versos o se cambiaron palabras.
La publicación de los romances fue posterior a su popularidad. Por primera vez fueron publicados en los “Cancioneros” del siglo XVI. Posteriormente, en pliegos sueltos que tuvieron gran éxito.

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